domingo, 25 de enero de 2009

LGTB MÁS QUE UNA MARICADA.

Por: Camilo Acosta.

Colombia ha logrado en los últimos 50 años cambios significativos en los promedios de sus indicadores sociales, los datos que se oculta hacen parte del adorno de Departamento Nacional de Estadísticas "DANE", grandes disparidades regionales que se han mantenido a lo largo del tiempo por corrupción, por favores políticos y cliententelismo, no son ajenos a la inversión de genero, como señalan los resultados de investigaciones económicos, sociales y publicitarias de tendencias de compras por generos que dejan como consecuencia un país falto de educación en respeto así mismo y a sus similares, pero de interes por compra y venta de productos por aquellos que son colombianos en datos comerciales.

Las poblaciones rurales y los grupos marginales urbanos aunque han mejorado en cifras, mantienen diferencias con los promedios nacionales, la distribución de la población por edad es de tipo de transición en los departamentos de mayor concentración urbana y las causas de mortalidad están ligadas a los jóvenes que siguen esperando una verdadera política de género pensada por edad y por segmentación de gustos, que permita crecer al individuo como ciudadano de derechos y no como un ser diferente falta de ellos.

En Colombia el genero se entiende en su sentido del ciclo vital naturalista como el varón para la masculinidad y la mujer como la feminidad, pero no hay explicaciones real para los gay`s, homosexuales y los transgeneristas que como ciudadanos tienen y exigen sus derechos, hoy no hay una política divida por edades y de multiplicidad de genero, los jóvenes son el problema y si pertenecen a un genero salido del naturalista aún lo son más.

Así son las propuesta de desarrollo de las secretarias municipales: "enfrentemos el problema de genero y no afecte a el pueblo(intervención de secretaria de desarrollo Laura Daniela Tena de Chaguaní Cundinamar 1998) , hoy después de una lucha silenciosa de movimientos lentos en la teoría, pero activistas en la liberación de dicha represión, se puede decir en algo que ha cambiado la perspectiva de género en los colombianos.

La perspectiva de género no es una teoría ni una metodología. Es, básicamente, una manera de mirar los diferentes hechos y procesos sociales enfatizando en las asimetrías, desigualdades, inequidades y o exclusiones resultantes de concepciones, percepciones, normas, prejuicios, mitos, sentimientos y valores respecto de la condición femenina y o masculina".

"La igualdad fundamental entre todos los hombres exige un reconocimiento cada vez mayor. Porque todos los hombres, dotados de alma racional y creados a imagen de Dios, tienen la misma naturaleza y el mismo origen. Sin embargo, toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, condición social, lengua o religión, debe ser vencida y eliminada, por ser contraria al plan divino" diría la posición religiosa si fueran ellos los diferentes.

Desde hace algunos años, algunos denominan género a lo que parece diferenciar la identidad femenino de masculino; así como las múltiples características que conllevan: comportamiento, actitud, consideración social, etc... "El sexo es una categoría biológica. Según ésta los seres humanos, de acuerdo a las diferencias fisiológicas y morfológicas, pueden ser clasificados como hembras y machos.

El género es una construcción socio-cultural que define diferentes características emocionales, intelectuales y de comportamiento entre las personas por el hecho de ser hembras o machos, distinguir entre sexo y género es útil para diferenciar lo que es "natural" (lo biológico) de aquello que no lo es (lo cultural)." …En las ciencias políticas y sociales, hay autores que ya en el siglo XX diferencian entre sexo y género; asignando lo primero a una realidad biológica y lo segundo a una creación social.

El siglo XXI comienza con la inserción de los estudios de género en las líneas de investigación de las universidades americanas y europeas. Algunas publicaciones de principios de siglo XXI, como la obra de Judith Butler (El género en disputa, Deshacer el género), parecen afirmar que el género en sí no existe; cuestionando la obra de Freud, la Teoría queer y el feminismo, se pregunta hasta qué punto las conductas que diferencian a los hombres y mujeres son biológicas o sociales.

Las marcadas diferencias de género quedan vinculadas así al machismo, propio de sistemas y civilizaciones que, aunque respetables, `y aún entre comentarios de lógica más subdesarrolladas, NO SE PERCIBEN COMO SERES RACIONALES DE GUSTOS Y SIGNIFICACIONES ÚNICAMENTE PROPIAS AL SER HUMANO.

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