sábado, 22 de noviembre de 2008

Paramilitares colombianos, habla Gloria Cuartas...



Gloria Cuartas, la lucha por la paz en Colombia, premiada en Nantes, Francia




El Edicto de Nantes está inscrito en la historia mundial de la conquista de las libertades públicas e individuales. El edicto de Nantes fue un paso hacia la paz, hacia la convivencia en un proceso de largo alcance sin principio ni fin en el que todavía seguimos y que entonces enfrentaba a católicos y reformadores.

Celebremos el Edicto de Nantes, la tolerancia hacia quienes reclamaban una sociedad en la que el papado y el clero no dominaran las conciencias de todos y la vida de los sin nada; celebremos la mirada a cada una de las propuestas que tienden nuevos puentes hacia la convivencia posible. Celebremos, lo recalco que hoy celebraqmos que el tercer Foro de Nantes nos da una mirada a nuestra América que también reclaman una paz con derecho.

"Gloria Cuartas, la mujer que presenció los horrores de la violencia en Urabá y levantó la voz para denunciar sin ser escuchada y sí satanizada por quienes han sido objeto de sus denuncias, rompe el silencio.

Hace 12 años, durante una visita a Cali, cuando era alcaldesa de Apartadó, Gloria Cuartas, quien acababa de recibir un reconocimiento mundial de la Unesco por su trabajo en pro de la paz en el Urabá antioqueño, se emocionó hasta las lágrimas cuando los estudiantes del Colegio Berchmans no sólo la acogieron y le manifestaron su apoyo, sino que la aplaudieron a rabiar durante su exposición, inscrita en los actos de paz que se realizaban en Cali.

Gloria, una mujer hecha de garra y valor, que presenció los horrores de la violencia en Urabá, que levantó la voz para denunciar y señalar sin ser escuchada, que ha sido satanizada y estigmatizada por quienes han sido objeto de sus denuncias, que ha sido perseguida y amenazada de muerte, que levantó cientos de cadáveres en su condición de alcaldesa, es una sobreviviente".

Entrevista de Margarita Vidal

Gracias Gloria, por dedicar tu vida a esa ingeniería fundamental para la paz y para la vida, que no es otra que la indispensable capacidad de construir puentes para que hombres y mujeres transiten la historia con su propio nombre.