Por: Camilo Acosta
Para simpatizar con alguien, no hay que difamar con el apoyo que le se le da a la otra persona, Colombia país que encabezó las reelecciones presidenciales en el sur del continente americano al cierre del siglo XX, se enmarca en un debate político poco ético entre el Presidente Álvaro Uribe y el Alcalde de Bogotá la capital país el señor Samuel Moreno.
En la inauguración del Tecnoparque del SENA en el municipio de Soacha asistió el presidente apoyando una serie de procesos que debería incluir a la capital, pero no lo hizo, se refirió a planes y proyectos dejando el sabor de apoyar al municipio de Soacha por no querer apoyar a la capital.
Pero el alcalde no se quedo atrás con sus sátiras camufladas en medio de proyectos, en un colegio al noroccidente de Bogotá se lanzó el plan “Vive el colegio a lo bien” donde los comentarios que se hacían de los colegios beneficiados todos terminaban en los casos de seguridad… y… que esta no tenía nada que ver con seguridad falsa sino muy sentida y realista, como golpeando el proyecto de seguridad democrática del presidente.
Pero el alcalde no se quedo atrás con sus sátiras camufladas en medio de proyectos, en un colegio al noroccidente de Bogotá se lanzó el plan “Vive el colegio a lo bien” donde los comentarios que se hacían de los colegios beneficiados todos terminaban en los casos de seguridad… y… que esta no tenía nada que ver con seguridad falsa sino muy sentida y realista, como golpeando el proyecto de seguridad democrática del presidente.
Lo bueno de esta pelea cazada entre la derecha representada por el Presidente Uribe y la izquierda política personificada por el Alcalde Moreno es que están ganando las comunidades, están haciendo proyectos para las zonas populares y la capital y los municipios que limitan con ella están teniendo un respiro social con el esfuerzo de conquista de votos por los dos cargos más importantes del país.
Alguna vez en los refranes populares me tope con uno que decía que “uno se arrima a que buen árbol lo cobija” y en este momento el presidente y el alcalde están dando buena sombra para poder cobijar una buena cantidad de votos, pero hoy estos arboles solo dan sombra y cuando den frutos quien se va a comer la cosecha.
Esperemos y tengamos los sueños románticos del socialismo donde nos decían que los frutos son de todos.
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